Han dejado de ser una moda para convertirse en una de las maneras más habituales de pasar el tiempo, de disfrutar del aire libre y de un poco de adrenalina. Da igual si nos lanzamos en paracaídas por puro gusto o si preferimos bajar por rápidos en un río revuelto, el caso es que practicar deportes extremos puede traer muchísimos beneficios. Cuando todo el mundo se queda solo con los evidentes riesgos, que luego no son tantos por la gran seguridad que se despliega, los que disfrutan habitualmente de estas prácticas tienen claro que ya no pueden vivir sin ellas y sin los beneficios que aportan.
Al fin y al cabo, los deportes extremos son los que van más allá de la práctica deportiva habitual para ofrecer una experiencia más intensa, diferente y especial. Cada cual tendrá su deporte extremo favorito, el que más le gusta practicar, el que ha hecho que se levante pronto los fines de semana para hacerse kilómetros de carretera hasta llegar al lugar propicio para llevar a cabo sus más extremas fantasías deportivas. Rafting, paracaidismo, puenting, bicicleta de montaña, ala delta… Las posibilidades son casi infinitas, y seguro que habrá alguna con la que conectes mejor que con otra. Todo es decidirse.
Descarga de adrenalina
Es el beneficio más evidente, y el que une a todos estos deportes. Para que una práctica sea considerada “extrema” los niveles de adrenalina que se desatan dentro de nosotros deben ser elevados, incluso cuando ya nos hemos lanzando un montón de veces. Parecería que ya no es lo mismo, pero ese punto de nervios en el estómago, de adrenalina pura y dura, es lo que hace que nos volvamos adictos a este tipo de prácticas. Y es que ese “riesgo” es lo que nos hace entender que hay mucho que disfrutar en los deportes extremos, porque nos hacen vivir emociones que son difíciles de emular en cualquier otro aspecto de la vida.
Tonifica tus músculos
Está claro que la práctica deportiva siempre es beneficiosa para nuestro organismo, ya sea para mantenernos en forma, para ganar en flexibilidad, para mejorar nuestra resistencia, nuestro sistema circulatorio, o también para tonificarnos mucho más y desarrollar la musculatura. No estamos hablando de convertirnos, de repente, en auténticos culturistas, pero sí que es cierto que gracias a este tipo de prácticas extremas podemos tonificar mucho mejor nuestros músculos, sobre todo en las que tienen que ver con el remo, ya que necesitaremos mucha fuerza en los brazos para bajar por los ríos y corrientes.
Quemas calorías
El esfuerzo físico siempre trae esa consecuencia que para la mayoría es positiva, la quema de calorías. Esto significa que podremos realizar estos deportes extremos para bajar de peso o al menos para quemar todo el exceso calórico que hayamos tenido en los últimos días. A la vez que tonificamos nuestros músculos vamos rebajando las grasas, quemando calorías con el ejercicio intenso que suponen este tipo de deportes. Unos más que otros, claro está, pero en la mayoría perderemos muchísimo peso precisamente por esto, por el esfuerzo tan intenso que llevamos a cabo, siempre que lo mantengamos de manera continua.
Te ayuda a superar tus propios límites
Siempre tenemos esas barreras mentales, esos límites que pensamos que jamás seremos capaces de superar. Pero cuando nos atrevemos a dar el paso, cuando de verdad nos empeñamos en que no hay nada imposible si lo intentamos, todo se vuelve mucho más real. Los deportes extremos son una ayuda perfecta para poder sobrepasar nuestros límites, para superarnos, para demostrarnos a nosotros mismos que podemos llegar mucho más allá si de verdad nos entregamos, si ponemos toda la carne en el asador. Es normal que al principio no puedas llegar al nivel que buscas, pero poco a poco, con práctica y constancia, cualquier límite puede sobrepasarse.
Cuáles son los deportes extremos más practicados en España
En nuestro país, los deportes extremos tienen ya una tradición bastante importante desde hace décadas. Dependiendo de la zona y del tipo de ambiente natural que nos encontremos, podemos ver unas u otras prácticas. Lo más usual es realizar escalada, rafting o puenting, ya que se pueden realizar en casi cualquier lugar. En invierno, cuando la nieve llega, los deportes extremos como el snowboard también se vuelven mucho más populares. La bici de montaña, el trial, el paracaidismo el vuelo sin motor son también deportes extremos que han empezado a tener muchísima popularidad en estos últimos años, algo que no nos sorprende en absoluto y que no hace más que crecer, porque está claro que a los españoles este tipo de prácticas nos encantan.